¿El nefrólogo o el equipo de diálisis te dicen regularmente que debes comer menos fósforo? Aquí encontrarás trucos prácticos diarios para mejorar tu dieta.
Tus médicos o el equipo de diálisis tienen razón a recordarte constantemente del fósforo. Demasiado fósforo en el cuerpo tiene consecuencias peligrosas para la salud. Conduce a depósitos de calcio en los vasos sanguíneos, que, con el tiempo, pueden causar problemas en el sistema cardiovascular. Seguramente una cosa está clara: no es tan fácil mantener una dieta baja en fósforo. Si tu equipo medico no está de acuerdo con esto, es porque no tiene que prestar atención a la cantidad de fósforo en cada bocado que come….
Para ayudarte, aquí hay 12 consejos dietéticos que te ayudarán a controlar el fósforo. Si los sigues, verás que mantener tus niveles de fósforo en verde es un juego de niños:
1. Preferir los productos de origen vegetal
¿Sabías que el fósforo no siempre es absorbido inmediatamente por el organismo? El cuerpo tiene más dificultades para absorber el fósforo de los productos vegetales que el de los productos animales. Así que, si buscas los alimentos en la aplicación Mizu, puedes hacer oídos sordos al fósforo de los alimentos de origen vegetal, ya que contienen menos fósforo disponible.
2. Elegir los quesos adecuados
Existen grandes diferencias en la cantidad de fósforo que contienen los diferentes quesos. El queso crema, la crema agria, el requesón, el brie, el camembert, etc., son productos lácteos que contienen poco fósforo. Si padeces una insuficiencia renal o estás en diálisis, puedes incluir estos quesos en tu dieta. En cambio, si te has sometido a un trasplante de riñón, debes evitar los quesos a base de leche cruda (= sin pasteurizar), a pesar de su contenido relativamente bajo en fósforo. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, el brie y el camembert.
La razón es que la leche no tratada puede contener gérmenes peligrosos para el sistema inmunitario debilitado. Por lo tanto, debes seguir una dieta lo más "baja en gérmenes" posible. Puedes encontrar más información sobre esta dieta en otros artículos de la aplicación Mizu.
Ahora ya sabes con qué quesos puedes 'ahorrar' tus puntos de fósforo. El emmental, la raclette, la mozzarella o el queso de oveja, en cambio, son muy ricos en fósforo y deben aparecer en una cantidad reducida en tu dieta.
3. Evitar el queso fundido
Desafortunadamente, los quesos fundidos son verdaderas bombas de fósforo. Realmente deberías evitarlos: 25 gramos de queso fundido pueden contener hasta 600 mg de fósforo. Para muchos personas con enfermedades renales, esto es más o menos la mitad del valor diario recomendado.
4. Elegir las carnes adecuadas
Al igual que ocurre con el queso, existen grandes diferencias entre las distintas carnes y embutidos. Salchichón, mortadela, chorizo, la carne en conserva, los diferentes jamones, por ejemplo, contienen muy poco fósforo, mientras que una porción de salchicha de hígado, salchicha blanca o carne de conejo puede llegar rápidamente hasta la mitad del valor de referencia diario de fósforo cuando haces diálisis.
5. Palitos de pescado en lugar de bacalao
También existen diferencias notables en el pescado. Es interesante saber que los palitos de pescado, por ejemplo, contienen sólo la mitad del fósforo presente en una ración de bacalao. Si has tenido un trasplante, debes asegurarte de que el pescado esté bien cocinado. Así limitarás el número de gérmenes y podrás disfrutar del pescado sin preocupaciones.
6. Tener cuidado con los aditivos alimentarios
Muchos alimentos procesados industrialmente se conservan o aromatizan con aditivos. En la UE, se trata de números E marcados en los ingredientes (por ejemplo E450). Algunos de estos aditivos alimentarios contienen mucho fósforo. Se debe prestar especial atención porque este tipo de fósforo es absorbido casi completamente por el cuerpo (casi el 99%) y raramente se indica la cantidad exacta.
7. Controlar con atención los productos preparados
Los alimentos precocinados y procesados suelen contener una cantidad de fósforo añadida para prolongar su conservación o mejorar su sabor. Es mejor elegir productos frescos y cocinar los alimentos en casa. De este modo, se puede controlar el contenido de fósforo en ellos.
8. Tomar correctamente los aglutinantes de fosfato
Es posible que tu médico te haya recetado aglutinantes de fosfato. Estos captan el fósforo en el intestino para excretarlo directamente, de modo que no pase al flujo sanguíneo. Para que funcionen, hay que tomar la dosis correcta en el momento oportuno. De lo contrario, el medicamento es inútil. La mayoría de los aglutinantes de fosfatos deben tomarse inmediatamente antes o durante una comida. También puede ser necesario tomarlos en la merienda o con determinadas bebidas. Como siempre, puedes obtener información más detallada de tu médico.
9. Tomar aglutinantes de fosfato con alcohol
La cerveza y el vino también contienen fósforo. Así que mejor controlar la cantidad que bebes y tomar la dosis adecuada de aglutinantes de fosfato.
10. Pruebar formas alternativas de levadura en polvo
La levadura en polvo suele contener mucho fosfato. En cambio, la levadura en polvo con tártaro no suele contener fósforo. También puedes utilizar 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y una gota de vinagre o zumo de limón por cada 500 g de harina. Sin embargo, es necesario tener cuidado si tu nivel de potasio es alto, ya que el crémor tártaro es bastante rico en potasio. Como puedes ver, una nutrición adecuada consiste siempre en tener una visión global y no limitarse a elegir los alimentos en función de un solo valor.
11. Probar una mezcla de agua y nata en lugar de leche.
1/3 de nata y 2/3 de agua tiene buen sabor y funciona bien como sustituto en la mayoría de las salsas o sopas. Dependiendo de tus necesidades, también puedes cambiar las proporciones de la mezcla. Puede utilizar mezclas de agua y nata como si fueran leche, por ejemplo, para pudín, crêpes o puré de patatas. Así también se reducen los niveles de fósforo.
12. Combinar inteligentemente
¡La cantidad total es lo que cuenta en tu dieta! Por lo tanto, siempre puedes combinar alimentos ricos en fósforo con alimentos bajos en fósforo. Un ejemplo muy sencillo: si quieres comer un bocadillo de queso, utiliza pan blanco en lugar de pan integral, ya que el primero suele contener menos fósforo.
En la aplicación Mizu puedes averiguar exactamente la cantidad de fósforo de miles de alimentos y recetas. De esa manera, ¡siempre tendrás a tu compañero de nutrición a tu lado!
