¿Por qué son importantes las calorías?
La ingesta adecuada de energía es la base del mantenimiento de todas las funciones corporales (por ejemplo, los latidos del corazón, la respiración, la circulación, etc.). No es infrecuente que las personas experimenten una ingesta energética deficiente, atracones o un aumento de peso no deseado después del trasplante. Tu peso corporal desempeña un papel importante no sólo para la operación, sino también para el tiempo posterior al trasplante.
¿Por qué es tan importante mi peso en el trasplante de riñón?
Para incluir no sólo el peso corporal puro sino también la talla, se calcula el llamado índice de masa corporal (=IMC). Basándose en él, se puede hacer una clasificación en bajo peso, peso normal y sobrepeso. Antes y después del trasplante, siempre debes intentar mantener tu IMC dentro del intervalo de peso normal. Tanto el bajo peso como el sobrepeso (= obesidad) deben evitarse porque suponen un peligro real para el nuevo riñón. Las razones son múltiples.
1. Sobrepeso y trasplante
En Alemania y muchos otros países europeos, el acceso a la lista de espera está restringido para las personas con un IMC superior a 35. La razón es un riesgo significativamente mayor de complicaciones durante y después de la operación. Incluso después del trasplante, la obesidad sigue siendo un peligro. Un exceso de peso significativo puede empeorar la función del nuevo riñón tras el trasplante y provocar una disminución de la función renal (normalmente determinada por una medición del valor de laboratorio eGFR), e incluso el fallo del nuevo riñón, tanto a corto como a largo plazo.
Independientemente de ello, la obesidad sigue siendo un factor de riesgo para tu sistema cardiovascular y tu metabolismo. Ambos sistemas son a menudo forzados de todos modos por la enfermedad renal y los medicamentos post-trasplante.
2. Bajo peso y trasplante.
Además, tener bajo peso también es un peligro para las personas después del trasplante. Esto se debe principalmente a que el trasplante, y la cirugía que conlleva, supone un gran estrés para el cuerpo y tu salud. Por este motivo, el organismo necesita reservas a las que recurrir en estas situaciones de estrés. Algunos estudios demuestran que tener un peso inferior al normal después de un trasplante de riñón puede tener efectos negativos en la supervivencia. Las personas con bajo peso también son más propensas a estar enfermas y tienden a tolerar peor las terapias médicas.
Así que ya ves, especialmente después de un trasplante de riñón, ni el sobrepeso ni el bajo peso son ideales.
¿Cuántas calorías al día debo consumir?
Después del trasplante, lo ideal es consumir entre 25 y 35 kcal por kg de peso corporal al día. Un ejemplo sencillo: con un peso corporal de 70 kilos, esto corresponde a un aporte energético diario de 1.750 a 2.450 kcal. En comparación, una comida media contiene entre 800 y 1.200 kcal de energía. Una tableta de chocolate contiene unas 400 kcal. Si pesas menos de 60 kilos, debe calcular con 35 kcal diarias por kilo de peso corporal.
El valor exacto, sin embargo, depende del IMC, masa muscular, actividad física y otras enfermedades. Si tienes un sobrepeso evidente, es aconsejable determinar una pauta diaria individual junto con tu equipo médico y de nutrición especializados en enfermedades renales y ajustarla regularmente. En caso de duda, también puedes informarte sobre las opciones quirúrgicas para favorecer la pérdida de peso (por ejemplo, la cirugía bariátrica para modificar el tracto gastrointestinal y facilitar la pérdida de peso). Si tienes un peso inferior al normal, es posible que también debas ajustar tu ingesta diaria de calorías. Siempre debes discutir el objetivo exacto con el equipo médico y dietético.
¿Qué se considera sobrepeso o bajo peso?
Una de las cosas que se utilizan para calcular tu peso óptimo es tu IMC. El IMC se calcula a partir de tu peso corporal y tu talla y te ayuda a interpretar correctamente tu peso. Para calcularlo se divide el peso corporal por el cuadrado de la estatura. La unidad del IMC es, por tanto, kg/m2. Para interpretar mejor tu IMC, se han definido las zonas correspondientes.
¿Qué más debo tener en cuenta?
El IMC por sí solo a veces puede ser engañoso. Por ejemplo, puede ser normal, pero tu masa muscular puede ser significativamente demasiado baja. Por otro lado, podría ser alto debido a la retención de líquidos. Por lo tanto, es aconsejable que hable del peso en detalle con tu equipo renal y que incluya el perímetro de la cadera. Para los hombres, una circunferencia de 102 cm o más y para las mujeres, una circunferencia de 88 cm o más suele considerarse sobrepeso.
¿Cómo puedo asegurarme de que estoy ingiriendo la cantidad adecuada de calorías?
Es importante seguir una dieta sana y equilibrada después de un trasplante de riñón. Esto incluye no sólo la cantidad adecuada de calorías, sino también la calidad de los alimentos. Asegúrate de que tu ingesta de proteínas es suficientemente alta y coméntalo con tu médico. También debes asegurarte de que el total de calorías para el día se basa en un IMC actual. Esto también debes discutirlo con tu médico y nutricionista.
Al mismo tiempo, pesarse regularmente debería formar parte de tu rutina. Para mantener tu peso bajo control a largo plazo, debes medirlo varias veces. Como ya se ha mencionado, el perímetro de la cintura también puede ser útil para distinguir entre los cambios de peso debidos a la retención de líquidos o a un aumento real de la masa corporal. Si no estás seguro de la causa de tu pérdida de peso, debes ponerte en contacto con tu equipo médico.
Así que, en resumen, no solo un IMC bajo o alto, sino también los cambios continuos en el peso o el perímetro de la cintura pueden ser importantes para evaluar tu ingesta calórica actual.
También puedes documentar tu ingesta diaria de calorías en la app Mizu. Así podrás comprobar fácilmente si estás consumiendo suficientes calorías. Herramientas útiles como el diario de alimentos o el food checker de Mizu te ayudan a hacerlo y obtener así información importante.