¡No estás solo!
Hay toda una serie de causas que pueden conducir a una insuficiencia renal. Por ejemplo, las infecciones renales crónicas o repetidas, la diabetes o la hipertensión arterial pueden dañar gravemente e incluso destruir los riñones. Los problemas congénitos, como los riñones poliquisticos, o ciertos analgésicos pueden provocar una disfunción gradual de los riñones en el organismo.
Si eres una de estas personas, debes saber que no estás solo. Hay muchas otras personas con riñones que funcionan mal. ¿Adivina cuántas personas hay en Alemania cuyos riñones no funcionan correctamente?
En Alemania hay unas 80.000 personas en diálisis. Además, más de 20.000 personas tienen un riñón trasplantado. En total, hay más de 100.000 personas. En todo el mundo hay más de 3 millones de personas con insuficiencia renal.
La diabetes es la causa más común de insuficiencia renal
Como ya mencionado anteriormente, hay varias razones por las que los riñones dejan de funcionar. La razón más común es la diabetes. Aproximadamente una de cada tres personas (alrededor del 35%) necesita diálisis porque la diabetes mellitus ha causado daños a largo plazo en los riñones.
Independientemente del motivo por el que los riñones dejen de funcionar correctamente, el tratamiento necesario para la diálisis es relativamente similar. Aunque la diálisis puede ser molesta, es muy importante ser regulares y no perder ninguna sesión. La diálisis sustituye el trabajo de los riñones y limpia la sangre del organismo.
¿Te has preguntado alguna vez por qué los otros están en el centro de diálisis? A continuación encontrarás un resumen de las razones más comunes para la diálisis.
Atención: Para algunas partes sería mejor haber leído ya las informaciones básicas sobre el riñón y sus funciones en la app Mizu. Así no tendrás que buscar los términos técnicos.
1. Diabetes tipo I y tipo II (nefropatía diabética)
Afecta a un 35% de los pacientes en diálisis. La nefropatía diabética se refiere a los cambios en los riñones que se desarrollan después de muchos años de diabetes, es decir, las llamadas complicaciones tardías. Aproximadamente un tercio de las personas con diabetes están afectadas. Un nivel de azúcar en sangre permanentemente elevado daña de forma lenta, pero constante, los pequeños vasos sanguíneos del cuerpo. Más concretamente, esto ocurre cuando el azúcar se acumula en las células filtrantes del riñón (glomérulos). El primer signo de la nefropatía diabética es la pérdida de albúmina en la orina. La nefropatía diabética suele aparecer entre 10 y 15 años después de la aparición de la diabetes.
2. Enfermedad vascular renal (nefropatía vascular)
Afecta a un 25% de los pacientes en diálisis. En la nefropatía vascular, los vasos sanguíneos cambian y dañan los riñones. Esto puede afectar tanto a los vasos renales grandes como a los pequeños.
3. Trastorno glomerulares (glomerulonefritis).
Afecta a un 15% de los pacientes de diálisis. La glomerulonefritis es en realidad un conjunto de inflamaciones que afectan a las células filtrantes del riñón (glomérulos). A menudo, el sistema de defensa del organismo comienza a atacar a sus propias células. Esto también se denomina enfermedad autoinmune y es el caso, por ejemplo, de la forma más común de glomerulonefritis, la nefropatía IgA. La inflamación asociada a veces también puede conducir a la pérdida de la función renal con bastante rapidez. Otras veces, sin embargo, la progresión lleva años. La glomerulonefritis puede diagnosticarse mediante análisis de sangre y orina. Sin embargo, el diagnóstico debe confirmarse mediante una muestra de tejido, es decir, una biopsia de riñón.
4. Inflamación del tejido renal (nefritis intersticial)
Afecta aproximadamente al 5-10% de todos los pacientes en diálisis. Es una inflamación renal localizada en el tejido entre los glomérulos y las vías urinarias (túbulos). Pueden producirse de forma repentina o progresar lentamente. Asimismo, pueden ser causadas por bacterias o tener otro origen.
5. Causas desconocidas (génesis)
Afecta aproximadamente al 5-10% de todos los pacientes en diálisis. En algunos casos no se diagnostica claramente la causa de la enfermedad y, por tanto, el motivo de la necesidad de diálisis.
6. Riñones poliquísticos
Afecta a cerca del 6% de los pacientes de diálisis. La poliquistosis renal es genética y se considera la enfermedad hereditaria más común. Existen diferentes tipos de la enfermedad. La mayoría de las veces es ADPKD (nos ahorraremos el significado de esta abreviatura).
La enfermedad está causada por quistes que crecen en los túbulos urinarios de los riñones. Puedes pensar en ello como en muchas pequeñas ampollas en el riñón. Esto puede restringir severamente, o completamente, la función renal. Los quistes también pueden crecer en otros órganos y siempre deben ser examinados por un especialista. Los riñones poliquísticos pueden desarrollarse de forma muy diferente en cada persona.
7. Enfermedades sistémicas
Afecta a menos del 5% de los pacientes en diálisis. Las enfermedades del corpúsculo renal también pueden estar asociadas a enfermedades que afectan a otros órganos. Esto puede deberse a la hiperactividad o al mal funcionamiento del sistema inmunitario del paciente, que puede provocar un ataque a las estructuras del propio cuerpo del paciente. Ejemplos de enfermedades sistémicas son el lupus eritematoso (una enfermedad del tejido conectivo) o la enfermedad de Wegener (una enfermedad de los vasos sanguíneos renales).
8. Otras enfermedades
Afectan a menos del 5% de los pacientes en diálisis. Hay muchas otras enfermedades que pueden conducir a la necesidad de diálisis. Éstas sólo afectan a un pequeño porcentaje de los afectados. Tres ejemplos son el síndrome de Alport, el reflujo vesicoureteral y el mieloma múltiple.