¿Qué valores intervienen en la prevención de la enfermedad renal?
El papel más importante del nefrólogo en la prevención es ayudarte a controlar tus valores sanguíneos. Especialmente la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre a largo plazo juegan un papel importante.
Si tus riñones ya funcionan mal, el nefrólogo y tú también debéis controlar los niveles de sangre, como el potasio, el fósforo, la hemoglobina y el bicarbonato.
Si la diálisis ya no se puede evitar por diversos motivos, te ayudará a ti mismo si empiezas a planificar con tiempo.
¿Qué es la progresión?
En nefrología, el término describe la progresión de la enfermedad renal. Para retrasar esto lo máximo posible, son especialmente importantes los exámenes tempranos y regulares con la ayuda del nefrólogo.
¿Cómo puedo ayudar a mis riñones?
¡Tú también puedes frenar y retrasar el avance de la enfermedad! Un estilo de vida saludable es especialmente importante. Esto incluye, por ejemplo, una buena dieta equilibrada o el ejercicio físico regular. El control estricto de la presión arterial y, posiblemente, del nivel de azúcar en la sangre también son muy importantes y a menudo puedes retrasar o incluso evitar la terapia de sustitución renal durante muchos años.
Dejar de fumar y evitar los medicamentos que dañan los riñones también pueden ser factores muy importantes. ¿Sabías que algunos analgésicos o medios de contraste para radiografías pueden dañar la función renal? Siempre es mejor preguntar a tu nefrólogo si un medicamento o medio de contraste es adecuado para ti.
¿Qué hace exactamente el médico en la prevención?
En la prevención, tu nefrólogo se encarga principalmente de que tus valores sanguíneos estén bajo control. Por ejemplo, tu nivel de azúcar en sangre a largo plazo (valor de HbA1c) es importante. La presión arterial también desempeña un papel importante en el retraso de la enfermedad renal. En general, la presión arterial de una persona adulta debe mantenerse por debajo de 140/85 mmHg. El nefrólogo también suele intentar ayudarte con algunas otras cosas. Por ejemplo, mediante una medicación específica. Sin embargo, gran parte de la prevención está en tus propias manos.
¿Qué pasa si la diálisis está a punto de empezar?
Si es posible, aprovecha la oportunidad de planificar junto con tu médico el inicio de la diálisis para que las intervenciones necesarias (acceso vascular para la hemodiálisis, catéteres para la diálisis peritoneal, vacunas) se realicen con antelación. Además, no olvides pedir información sobre el trasplante de riñón. Tu nefrólogo te ayudará, pero eres tu quien debe hacer las pruebas.
Si se planifica con antelación, se puede evitar una hospitalización innecesaria. También evitará que tengas que iniciar la diálisis en caso de emergencia. También te da tiempo para decidir la forma de diálisis que prefieres.
¿Cuándo tiene sentido la diálisis?
La diálisis debe considerarse seriamente si se padecen los siguientes problemas:
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Pericarditis y pleuresía causadas por un mal recuento sanguíneo.
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Cambios patológicos en el cerebro causados por un recuento sanguíneo deficiente
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Problemas de hemorragia como consecuencia de la intoxicación por orina
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Sobrehidratación muy severa (=demasiada agua en el cuerpo) y los medicamentos que promueven la orina ya no muestran suficiente efecto
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Desviaciones excesivas en el pH, el fosfato, el calcio y/o el potasio que ya no pueden ser influenciadas con la medicación.
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Náuseas y vómitos regulares causados por valores sanguíneos deficientes
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Desnutrición causada por un recuento sanguíneo deficiente
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Picazón excesiva causada por un recuento sanguíneo deficiente
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Síndrome de las piernas inquietas causado por niveles sanguíneos deficientes
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Disminución de la capacidad de percepción causada por niveles sanguíneos deficientes
La decisión final se toma siempre con tu nefrólogo, a menos que haya una razón de emergencia por la que deba iniciarse la diálisis inmediatamente.