¿Qué es exactamente el síndrome de las piernas inquietas?
Las piernas inquietas son un síntoma frecuente asociado a la enfermedad renal. Especialmente en los pacientes en diálisis, el llamado síndrome de las piernas inquietas (RLS por sus siglas en inglés Restless Legs Syndrom) se produce con frecuencia y puede influir mucho en el bienestar psicológico, así como en la calidad de vida en general.
Sin embargo, en la práctica, los síntomas son individuales y a las personas que los padecen les resulta difícil describir sus malestares. No obstante, existen características específicas del síndrome:
- ¿Experimentas a menudo una incómoda sensación de tensión en las piernas, que a veces puede traducirse en hormigueo, pinchazos o picor? Ocasionalmente también pueden verse afectados los brazos.
- ¿Tienes una tremenda necesidad de mover o relajar los músculos?
- ¿La actividad física, los masajes o las duchas frías mejoran tus síntomas, pero las molestias vuelven con relativa rapidez?
- ¿Te cuesta conciliar el sueño porque la intranquilidad de las piernas suele aparecer por la noche y te roba horas de sueño? ¿Sueles sentirte cansado y agotado durante el día?
¿Cuáles son las causas del síndrome de las piernas inquietas?
En resumen, hay que decir que aún no se han aclarado las causas exactas del RLS. Un aspecto puede ser la predisposición genética, por lo que parte de ella se basa en la herencia genética, en el ADN. Además, se sabe que el RLS no está causado por la diálisis en sí, pero algunos posibles factores que influyen pueden ser la carencia de hierro, la diabetes, las enfermedades vasculares, las inflamaciones, la apnea del sueño, las enfermedades neurológicas y el grado de insuficiencia renal. Estos factores también determinan el curso del RLS.
¿Qué ayuda con el síndrome de las piernas inquietas (RLS)? Posibles métodos terapéuticos:
Aunque las causas aún no estén claras, existen diferentes terapias que pueden aliviar tus síntomas. La elección de un tratamiento u otro depende de cada persona, de sus síntomas y, por supuesto, de la opinión del médico y del equipo de diálisis. Las opciones terapéuticas para el RLS pueden ser de distintos tipos. Aquí tienes una lista de los más comunes:
Terapia con suplementos de hierro
Una carencia de hierro puede limitar también la producción de dopamina, un neurotransmisor cerebral. Como sustancia mensajera, la dopamina es importante para la comunicación entre las células nerviosas, por lo que su deficiencia puede provocar los síntomas del RLS descritos anteriormente. En consecuencia, se recomienda la administración de suplementos de hierro por infusión o en comprimidos. Un aporte suplementario de hierro también sirve para tratar la anemia, que suele darse entre los pacientes en diálisis.
Terapia farmacológica
Otra forma de tratar el RLS es utilizar algunos medicamentos. Por ejemplo, muchas personas con RLS toman fármacos que contienen dopamina para mejorar la comunicación entre las células nerviosas. Sin embargo, siempre es recomendable hablar con tu médico para averiguar juntos qué medicamento es el más adecuado para tu tratamiento de diálisis.
Nutrición
¡Eres lo que comes! Una dieta adecuada para la diálisis y los riñones no sólo te ayudará a mejorar tu salud en general y a mantenerte en forma, sino que también te ayudará a aliviar los síntomas de las piernas inquietas. Se recomienda una dieta rica en hierro y proteínas. La Sociedad Alemana de Nutrición ((nota in tedesco con la sigla DGE, ovvero Deutsche Gesellschaft für Ernährung)) recomienda para adolescentes y adultos entre 10 y 15 mg y para niños entre 8 y 10 mg de hierro al día para cubrir las necesidades diarias de hierro de aproximadamente 1 mg. En diálisis, también se recomienda una ingesta para adultos de 1,2 a 1,4 gramos de proteínas por kilogramo de peso corporal.
Además, a menos que el nefrólogo diga lo contrario, se aplican las reglas básicas de una dieta adecuada para la diálisis que ya conoces: una dieta baja en potasio, sal y fósforo, y regular la cantidad de bebidas que se toman. En la aplicación Mizu encontrarás recetas y consejos generales. Una buena regla es favorecer los productos no procesados, ya que suelen contener menos fósforo. En la app Mizu, la función del semáforo del ratio fósforo-proteína para el control de los alimentos ayuda a encontrar los alimentos beneficiosos para el organismo.
Movimiento
El ejercicio no sólo te mantiene sano y feliz, sino que ayuda a regular y reducir los síntomas del RLS. Es importante no exagerar, pero tampoco tomárselo con demasiada calma. Hay muchas formas de realizar una actividad física moderada. El yoga, la gimnasia, el ciclismo o la natación son sólo algunos de los muchos ejemplos. Elige algo que te guste y pruébalo. Asegúrate de tener un tiempo de recuperación adecuado para que tu cuerpo pueda beneficiarse al 100% de la actividad.
¿Qué ocurre con el síndrome de piernas inquietas tras un trasplante renal?
Tras un trasplante de riñón, los síntomas del síndrome de las piernas inquietas suelen desaparecer. Sin embargo, un trasplante suele reflejar el caso más extremo y, como seguramente sabrás, a menudo no es posible realizarlo inmediatamente debido al largo tiempo de espera. Por lo tanto, las opciones de terapia de diálisis ya mencionadas son extremadamente valiosas.
¿Qué más ayuda?
La reflexología, los masajes con aromaterapia, el ejercicio en bicicleta reclinada o los estiramientos ofrecen otras formas de descansar las piernas doloridas. Las duchas alternando agua caliente y fría o la homeopatía también pueden ayudar. Una cosa es cierta: el RLS puede tener un impacto muy negativo en la calidad de vida y el bienestar general. Hablar de ello con tu médico, nefrólogo, amigos y conocidos puede ser un gran alivio y ayuda. Incluso en tu centro de diálisis, seguramente no será la única persona afectada por el SPI. Por lo tanto, intente averiguar cómo han afrontado otros esta situación: ellos son los que mejor pueden ponerse en tu lugar.