El uso de inmunosupresores es vital para ti después del trasplante. Los inmunosupresores son un grupo de fármacos que ralentizan la reacción del sistema inmunitario y garantizan así que tu nuevo riñón pueda ser aceptado por el organismo. En otras palabras, garantizan que el nuevo órgano sea aceptado y no sea reconocido como un intruso por el propio sistema inmunitario de su cuerpo y rechazado.
¿Por qué es especialmente importante la protección frente a infecciones tras un trasplante?
Por supuesto, estos inmunosupresores también limitan severamente las funciones útiles de su sistema inmunológico. Una tarea importante del sistema inmunitario es reconocer y combatir invasores no deseados como bacterias, virus u hongos. Esto significa que, debido a los inmunosupresores, el sistema inmunitario tiene dificultades para combatir adecuadamente los virus, los hongos y las bacterias. Por eso es tan importante que apoyes a tu cuerpo y tomes algunas medidas de precaución. Veamos paso a paso qué puede hacer exactamente.
¿Cuál es el papel de la vacunación?
Las vacunas ayudan a preparar tu sistema inmunitario contra ciertas causas de infecciones (= patógenos) para que las enfermedades no aparezcan en primer lugar. Esto supone un enorme alivio para el cuerpo. Especialmente después del trasplante, el cuerpo necesita toda su energía para mantener la funcionalidad del nuevo riñón. Por este motivo, es muy recomendable actualizar las vacunas antes del trasplante previsto.
Estas vacunas son posibles después de un trasplante
Para entender qué vacunas se pueden administrar con seguridad después de un trasplante, primero tenemos que ver cómo funcionan las vacunas en general. En general, se pueden dividir en dos grupos diferentes:
Vacunas inactivadas
En el primer grupo, sólo se utilizan patógenos muertos o partes del patógeno para la inoculación. Esto significa que el propio patógeno ya no puede multiplicarse y no puede causar la enfermedad (= vacuna inactivada).
Estas vacunas también son adecuadas para ti después del trasplante, ya que no pueden desencadenar ninguna infección en tu organismo a pesar de la inmunosupresión y el debilitamiento del sistema inmunitario. Lo mejor es que hables con tu equipo médico sobre este tema. En muchos casos, sin embargo, los pacientes inmunodeprimidos necesitarán vacunarse con más frecuencia que las personas con un sistema inmunitario no debilitado. Puedes establecer un calendario de vacunación junto con tu equipo médico. Así te resultará más fácil llevar la cuenta y saber cuándo debes vacunarte.
Vacunas vivas atenuadas
Las vacunas de este grupo deben evitarse. Para la vacunación se utilizan patógenos atenuados que aún son capaces de reproducirse de forma limitada (= vacunas vivas).
Esto no es un problema para una persona sana, ya que su sistema inmunitario es capaz de mantener a raya a este patógeno. Por regla general, la vacuna no provoca ningún síntoma de enfermedad. Al mismo tiempo, el sistema inmunitario produce anticuerpos protectores. Sin embargo, tu sistema inmunitario es incapaz de luchar contra los patógenos debido a la inmunosupresión. Como resultado, existe el riesgo de que los patógenos administrados a través de la vacunación desencadenen realmente la enfermedad en tu cuerpo.
En muchos países se utilizan vacunas vivas contra las parotiditis, el sarampión, la rubéola y la varicela/zóster, por ejemplo. Pero no te preocupes, ¡esto es sólo para tu información personal! Tu nefrólogo tiene una buena perspectiva general y te recomendará las vacunas adecuadas para ti.
Este es el momento exacto para las vacunas
Después del trasplante, lo ideal es esperar 6 meses antes de vacunarse. Inmediatamente después del trasplante, la dosis de inmunosupresores es especialmente alta, por lo que la vacunación no es tan eficaz durante este periodo.
Se puede hacer una excepción con la vacunación contra la gripe estacional. Dado que el momento del trasplante no puede planificarse a largo plazo y que esta vacunación debe renovarse cada año, en casos individuales puede realizarse una vacunación antigripal ya en la quinta semana tras el trasplante. Dado que el efecto aún no es fiable en este momento, debe considerarse la posibilidad de una vacunación de refuerzo al cabo de 3 a 6 meses. No obstante, el equipo médico conoce mejor los detalles.
¿Qué otras formas de protección existen?
Como puedes ver, necesita protegerse especialmente bien contra las infecciones después del trasplante. Existe el riesgo de que el organismo no sea capaz de combatir suficientemente estos patógenos. Para ello, se pueden utilizar medicamentos, como antibióticos o antivirales, que ayudan al cuerpo a combatir bacterias y virus.
Los antibióticos se utilizan para combatir las bacterias y los hongos.
Los antivirales son, como su nombre indica, fármacos que ayudan al organismo a impedir la reproducción de determinados virus (por ejemplo, el citomegalovirus). No te preocupes, no tienes que memorizar toda la terminología médica: de eso se encarga tu equipo médico. También puedes preguntarles en cualquier momento si tienes dudas.
¿Cómo me ayuda una correcta higiene corporal?
Un alto nivel de higiene personal también puede ayudar a prevenir infecciones. Y lo mejor es: con unos cuantos consejos y trucos, puedes integrarlo fácilmente en tu vida diaria. Echemos un vistazo a algunas de las áreas que pueden desempeñar un gran papel.
Practicar el higiene bucodental
Cuando se trata de higiene dental y bucal, debes seguir concienzudamente varios consejos para evitar infecciones por hongos en la boca. Sin embargo, los diversos consejos no serán nuevos para ti de todos modos. Incluso las personas sin inmunodepresión deberían seguirlos para su salud dental.
- Asegúrate de cepillarte los dientes con regularidad. Especialmente después de comer y antes de acostarte, debes coger el cepillo de dientes y limpiarte bien los dientes con abundante dentífrico durante al menos dos minutos.
- Sustituye el cepillo como máximo cada tres meses para evitar la acumulación de bacterias.
- Utiliza hilo dental al menos una vez al día, ya que los restos de comida también pueden acumularse en los espacios entre los dientes, lo que favorece la formación de bacterias.
- Enjuagarse la boca regularmente con colutorio puede mejorar tu higiene dental, sin ningún esfuerzo adicional. Basta enjuagarse con un poco de colutorio después de cepillarse los dientes. Esto te permite llegar a zonas que no puedes alcanzar con el cepillo de dientes. También elimina las bacterias acumuladas en la lengua o el paladar, por ejemplo.
Lavarse las manos
Lavándote las manos con regularidad, puedes evitar que los patógenos entren en tu cuerpo. Asegúrate de lavarte bien las manos con agua corriente antes de preparar la comida, después de ir al baño, después de sonarte la nariz y al llegar a casa. Asegúrate de utilizar abundante jabón al hacerlo.
Evitar contactos con personas enfermas
Debido al debilitamiento del sistema inmunitario como consecuencia de la inmunosupresión, eres más susceptible a las enfermedades. Durante este periodo, intenta reducir en la medida de lo posible el contacto con personas que en ese momento estén afectadas por una infección o presenten síntomas (por ejemplo, tos, fiebre, diarrea, etc.). Aunque pueda resultar difícil no visitar temporalmente a determinadas personas -si están enfermas-, así protegerás tu órgano.
Y aún puedes apoyarles mentalmente: Llámelos y deséeles una pronta recuperación por teléfono. También puedes dejarles la compra o un recado en la puerta de su casa con una tarjeta. Entenderán que no vaya a visitarles. Al fin y al cabo, todos queréis que vuestro nuevo riñón dure el mayor tiempo posible. En cuanto tus amigos vuelvan a estar sanos, ¡nada se interpondrá en el camino de una reunión!
Jardinería responsable y gestión de basuras
También puedes tener cuidado cuando trabajes en el jardín y tires la basura para protegerte de infecciones innecesarias. El proceso de descomposición en el montón de compost o en el cubo de la basura puede dar lugar a la formación de diversos hongos, que pueden ser inhalados al arremolinarse el aire y provocar graves infecciones en los pulmones. Por eso es tan importante que tomes algunas medidas para protegerte.
- Utiliza ropa protectora en manos y pies cuando trabajes en el jardín. Esto le protegerá de lesiones y evitará que los agentes patógenos entren directamente en su cuerpo.
- Asegúrate de abrir los cubos de basura y los montones de compost más despacio para evitar, por ejemplo, que te entre demasiado material en la cara.
- Lávate bien las manos después de trabajar en el jardín y de sacar la basura.
Sexo más seguro
Después de un trasplante de riñón, también es importante que observes varias normas de higiene durante las relaciones sexuales para evitar la transmisión de infecciones.
- Después de un trasplante de órganos se recomienda la anticoncepción con preservativos. Es posible tomar anticonceptivos orales (la píldora). Sin embargo, debido a la falta de protección contra las enfermedades de transmisión sexual, debe utilizarse un preservativo como protección adicional, incluso con la pareja de toda la vida.
- Tomar inmunosupresores reduce el efecto de la píldora. Esta es otra razón por la que se recomienda la anticoncepción adicional con preservativo.
- Además, asegúrate de que tanto tú como tu pareja practicáis una higiene íntima exhaustiva.
¿Qué más puedes hacer para protegerte a ti mismo y a tu trasplante de la mejor manera posible?
Echemos ahora otro vistazo a varios ámbitos de tu vida cotidiana y veamos qué debes tener en cuenta.
Trabajo y ocio
Lo que se aplica a la vida cotidiana en casa, naturalmente también se aplica al trabajo. Presta atención a las condiciones higiénicas también aquí e intenta reducir el riesgo de infección. Los lugares de trabajo con fluctuaciones de temperatura o alta humedad pueden favorecer la formación de gérmenes, por lo que estos lugares de trabajo sólo son adecuados hasta cierto punto. Trabajar con niños pequeños y en residencias de ancianos o de la tercera edad puede no ser tampoco la mejor opción debido al mayor riesgo de infección.
Como ya hemos aprendido, también se debe tener cuidado cuando se trabaja con basura o compost que se arremolina. Esto es especialmente cierto para los lugares de trabajo en instalaciones de compostaje y clasificación de residuos. Lo mejor es que comente estos puntos con la empresa y el nefrólogo antes del trasplante. Juntos seguro que encuentran una solución que se adapte a ti. Opciones como trabajar desde casa o readaptarse a menudo pueden ayudarte a permanecer en tu empresa.
También debes examinar críticamente tus actividades de ocio en relación con el riesgo de infección. Si no estás seguro, pregunta a tu equipo médico y averigua si tus aficiones son adecuadas para ti.
Dieta baja en bacterias
En lo que respecta a la alimentación, también hay varios puntos que puede observar para reducir significativamente el riesgo de infección. En general, es importante mantener unas buenas normas de higiene, sobre todo al manipular alimentos. Lávate las manos con regularidad, limpia bien las superficies de trabajo antes y después de cocinar, lava la nevera regularmente con agua con vinagre y evita almacenar alimentos durante largos periodos de tiempo.
Con estos consejos puedes marcar una gran diferencia. La aplicación Mizu también puede ayudarte a seleccionar los alimentos adecuados mediante la función de búsqueda de alimentos. ¿Has leído también los otros artículos sobre la alimentación baja en bacterias? Allí también encontrarás información útil sobre este tema.
Mantente sano y en forma
Un estilo de vida saludable puede dar fuerza y energía a tu cuerpo, lo que tendrá un efecto positivo en tu salud general y en tu sistema inmunitario. Manténgase en forma con ejercicio regular y asegúrese de dormir lo suficiente.
Intenta mantener tu peso en un rango saludable. Aunque la nueva libertad después del trasplante en términos de alimentación es tentadora, es importante que vigila tu peso. Verás que un peso saludable también tendrá un efecto positivo en tu salud general a largo plazo. También debes evitar fumar por el bien de tu salud. Si dejas de fumar, notarás rápidamente la diferencia, sobre todo en lo que respecta a tu resistencia. Sería una gran pena que tu nuevo riñón tuviera una vida más corta porque no consigues dejar de fumar.
Presta también atención a tu bienestar mental. Has recorrido un largo camino para conseguir tu nuevo riñón. Es completamente normal que a veces te sientas mentalmente agotado. Dale a tu cuerpo el descanso que necesita y habla con amigos o familiares sobre lo que te preocupa. A menudo, socializar con personas afines también puede ayudarte a sentirte mejor. Por ejemplo, podéis hablar de vuestros problemas y experiencias juntos.
Como ves, puedes hacer mucho para reducir el riesgo de infección y mejorar tu salud con pequeños trucos en distintos ámbitos de tu vida. Intenta poner en práctica estos consejos y trucos lo mejor que puedas y haz algo bueno por tu cuerpo. Y recuerda siempre: nadie espera que cambies completamente tu vida de la noche a la mañana. Algunos consejos pueden ponerse en práctica más rápidamente, otros requieren cierta preparación. Si se encuentra con algún reto o problema durante la implantación, no dude en comentarlo con el nefrólogo. Seguro que juntos encontraréis una solución a medida que pueda integrarse en tu vida cotidiana.