Después de un trasplante de riñón, es importante tomar ciertos medicamentos para mantener el nuevo órgano en funcionamiento y evitar complicaciones. Algunos medicamentos quizá ya los conoces del período de diálisis, mientras que otros son nuevos. Veamos qué medicamentos son importantes para ti y por qué.
¿Qué medicamentos siguen siendo importantes después del trasplante?
Es importante tener en cuenta que el tratamiento farmacológico depende en gran medida de tu caso individual y de los diagnósticos secundarios (por ejemplo, hipertensión arterial, diabetes, etc.). Los siguientes apartados pretenden ofrecer una visión general de los fármacos más comunes después de un trasplante. Por supuesto, no se trata en ningún caso de recomendaciones para tu terapia ni de propaganda de medicamentos. La terapia individual, que puede variar de una persona a otra, siempre la determina el equipo médico tratante y sus recomendaciones siempre tienen prioridad sobre la información aquí proporcionada.
En general, puedes recordar: los medicamentos que deben tomarse para enfermedades preexistentes suelen seguir siendo importantes para ti y tu salud después del trasplante.
1. Medicación para la presión arterial
La hipertensión arterial puede ser causa y/o consecuencia de una enfermedad renal. Independientemente de ello, la hipertensión en los vasos sanguíneos puede acarrear consecuencias negativas y daños a largo plazo en el sistema cardiovascular. Por lo tanto, es aún más importante para tu nuevo riñón que, si tu médico te ha recetado medicamentos para la tensión arterial, sigas tomándolos e intentes mantener tu tensión arterial dentro de un rango saludable, por ejemplo, haciendo ejercicio. Pero, ¿cuál es un intervalo adecuado y saludable?
Tras un trasplante satisfactorio, el valor objetivo es 135/85 mmHg. No obstante, lo mejor es que consultes con tu médico cuál es tu valor objetivo individual. Dependiendo de diversos factores (por ejemplo, enfermedades previas), puede variar ligeramente. Para mantener la presión sanguínea bajo control, debes medirla a intervalos regulares. Si notas que tu tensión arterial supera a menudo el valor objetivo, debes comentarlo con tu médico. Puede ser necesario cambiar el tratamiento.
2. Medicación para la diabetes
Si ya estabas tomando medicamentos para tratar la diabetes antes del trasplante, estos medicamentos suelen ser también importantes después del trasplante. Garantizan que tus niveles de azúcar permanezcan bajo control. Dependiendo de si tienes diabetes de tipo 1 o de tipo 2, existen distintos medicamentos para tratarla. Si quieres saber más, lee los demás artículos sobre la aplicación Mizu.
3. Aglutinantes de fosfato y potasio
Si necesitas tomar aglutinantes de fosfato y potasio después de tu trasplante depende de lo bien que esté funcionando el nuevo riñón. Por este motivo, es importante que te sometas a chequeos periódicos con tu médico para ver cómo evolucionan tus niveles de fosfóro y potasio. Pero no te preocupes: el nefrólogo valorará si es necesario tomar estos aglutinantes.
Algunos medicamentos se añaden después del trasplante
Para evitar que el nuevo riñón sea rechazado por el organismo, es importante tomar inmunosupresores después del trasplante. Como su nombre indica, éstos suprimen el efecto del sistema inmunitario y, al ralentizarlo, facilitan que el nuevo riñón sea aceptado por el organismo.
Si notas posibles efectos secundarios (por ejemplo, diarrea, síntomas de resfriado, sobrepeso, etc.) mientras tomas inmunosupresores, debes consultar a tu nefrólogo. Es importante seguir al pie de la letra el programa de administración prescrito: una toma irregular o un olvido pueden tener un efecto negativo en el nuevo riñón.
¿Qué tengo que tener en cuenta al tomar inmunosupresores?
Ahora ya sabe que la inmunosupresión después del trasplante es vital para usted. Hay varias cosas que debe tener en cuenta al tomar la medicación para que funcione de forma óptima y su nuevo riñón llegue sano y salvo a su organismo. Echemos un vistazo más de cerca a cuáles son exactamente estos puntos.
- Asegurarse de tomar la medicación correctamente: es importante tomar la medicación exactamente según el horario de administración que te haya indicado el equipo de trasplantes. Si olvidas tomar la dosis, lo mejor es que te pongas en contacto con tu nefrólogo o centro de trasplantes para que te indiquen qué hacer. Aumentar o duplicar la siguiente dosis por iniciativa propia puede ser peligroso y es mejor evitarlo.
- Ajustar los medicamentos: El nefrólogo y el centro de trasplantes establecen determinados valores objetivo después del trasplante en los que debe estar la concentración de inmunosupresores en sangre. Especialmente en el período inmediatamente posterior al trasplante, puede ocurrir que haya que ajustar ligeramente la medicación para alcanzar los valores objetivo. Recibirás información más detallada al respecto de tu nefrólogo.
- Evitar el zumo de pomelo o el té de hierba de San Juan: ambas bebidas pueden aumentar o disminuir la concentración de inmunosupresores en la sangre y, por lo tanto, no deben incluirse en la dieta.
- Tomar analgésicos y antibióticos sólo después de la consulta: Estos medicamentos también pueden influir en el nivel de acción de los inmunosupresores y, por lo tanto, sólo deben tomarse después de consultar a un médico. En caso de duda, ¡siempre es mejor preguntar al nefrólogo una vez de más que una vez de menos!
- Declarar siempre tu "estado de transplantado" cuando vayas al médico: es importante que otros médicos (por ejemplo, dentistas) y antes de las operaciones también sepan que has sido transplantado con éxito y que estás tomando inmunosupresores. También deben tenerlo en cuenta a la hora de administrarte medicamentos. Además, esta información ayuda al médico a ponerse inmediatamente en contacto con el nefrólogo en caso de posibles complicaciones.
- Apoyo de la aplicación Mizu: La aplicación Mizu también puede ayudarte a tomar tu medicación de forma regular y correcta. Puedes almacenar tu horario personal de medicación y acordarte de tomarla.
¿Cuáles son los efectos secundarios de los inmunosupresores?
Ahora ya sabes a qué debes prestar atención cuando tomas inmunosupresores. Por último, veamos los efectos secundarios que pueden aparecer con los inmunosupresores y qué puedes hacer al respecto.
1. Riesgo de infección
Uno de los efectos secundarios más comunes de los inmunosupresores es el aumento del riesgo de infección. Dado que los inmunosupresores debilitan el sistema inmunitario, el organismo puede volverse más sensible a las infecciones. Es importante tomar precauciones adicionales mientras se toman inmunosupresores para prevenir enfermedades o infecciones. Para más información, consulta los otros artículos del blog sobre este tema.
2. Prevención del cáncer
Otro posible efecto secundario de los inmunosupresores es un mayor riesgo de tumores, especialmente de piel. Con el uso a largo plazo, estos fármacos pueden aumentar el riesgo de cáncer. Por este motivo, es muy importante que te sometas a revisiones periódicas. Para saber exactamente cuáles se recomiendan, consulta el artículo sobre prevención del cáncer. Además, asegúrate de protegerte suficientemente del sol con cremas solares con un factor de protección elevado y sombreros. Puedes dar buen ejemplo a tu familia y amigos. Estas medidas de protección se recomiendan a todo el mundo, independientemente de que se haya sometido o no a un trasplante.
3. Función renal
En dosis elevadas, los inmunosupresores también pueden empeorar la función renal. Este efecto de los fármacos sobre los riñones se denomina nefrotoxicidad. Para evitarlo, es importante tomar los fármacos exactamente como se los haya recetado el centro de trasplantes y controlar regularmente la función renal. Si sigues exactamente las instrucciones de tu nefrólogo, no debes preocuparte.
4. Desviaciones en los valores de laboratorio
El aumento de las enzimas hepáticas y los cambios en el hemograma son otros posibles efectos secundarios de los inmunosupresores. Esto puede dar lugar a la necesidad de suspender el fármaco o reducir su dosis. Pero el nefrólogo también vigila estos valores y hará las modificaciones oportunas si se produce algún cambio. Por lo tanto, es importante que te sometas a revisiones periódicas.
5. Sobrepeso
Los preparados de cortisona en particular pueden aumentar significativamente tu apetito e incluso pueden hacer que aumentes de peso. Asegúrate de seguir una dieta sana y equilibrada y de hacer suficiente ejercicio.
6. Diabetes
Algunas personas sólo desarrollan diabetes después de un trasplante (= diabetes mellitus postrasplante). Esto puede deberse, por ejemplo, a los inmunosupresores. Por lo tanto, el nivel de azúcar en sangre se controlará regularmente, sobre todo al principio. En este caso, también se puede intentar contrarrestar positivamente el desarrollo de la diabetes, por ejemplo, haciendo suficiente ejercicio y siguiendo una dieta sana.
Así, tomando diversas precauciones, podrá prevenir parcialmente los posibles efectos secundarios y reducir el riesgo de que se produzcan. Después del trasplante disfrutarás de más libertad que cuando estabas en diálisis y te acostumbrarás rápidamente a las nuevas precauciones.